Desde tiempo muy remotos y en todas, o casi todas las culturas, una de las mayores preocupaciones del Hombre fue la necesidad de comprender el origen, desarrollo y las consecuencias de las enfermedades que les afectaban, consiguiendo así conocer al enemigo para poder combatirlo.
En
los primeros tiempos de la humanidad, los únicos medios de que disponía el
Hombre para luchar contra dichas enfermedades eran las plantas. De hecho, las
plantas a lo largo de la historia del ser humano fueran usadas para todo tipo
de males, tales como, combatir enfermedades, males de amores, males de invidia,
rituales religiosos, contra fenómenos meteorológicos adversos, buenas cosechas
y muchos más. Muchas poblaciones creían que los espiritas habitaban las
plantas, tiendo un sumo respecto y admiración por la naturaleza. Jesús Callejo
Cabo en su libro “Sabiduría Ancestral de las Plantas” profundiza bastante en
estos temas.
Desde
muy pronto el hombre aprendió, bien fuera por observación, por experiencia, por
tradición, el poder curativo de determinadas plantas, que en la actualidad se
denominan plantas medicinales, y empezó a utilizarlas de formas distintas a la
de alimentarse. Hierbas, árboles, raíces, frutos, flores, además de algunos
productos animales, sean pelos o grasas, etc., fueran los ingredientes usados
en los primeros fármacos elaborados por el Hombre.
Dichas
substancias se modificarán, con la finalidad de mejorar su acción terapéutica,
dando lugar a medicinas más elaboradas. Sin embargo, durante muchos siglos, e incluso
en la actualidad, muchos productos de origen natural siguen siendo el amigo más
fiel de distintas medicinas.
Gracias
a la antropología sabemos qué hace 3000 a.C, los médicos sumerios utilizaban ya
todo tipo de semillas, frutos, flores, raíces, vegetales, que eran mezclados
con distintos elementos con el fin de preparar todo tipo de medicamentos.
En
el antiguo Egipto se utilizaban plantas como muérdago, tomillo, adormidera,
leche de higuera entre muchas otras.
Imagen 1: Flor de adormidera
En
la Roma imperial la adormidera era usada para mitigar todo tipo de dolor,
debido a sus propriedades calmantes, y el aceite de linaza se usaba para tratar
afecciones como el catarro, la bronquitis o los forúnculos.
En
la antigua Grecia utilizaban la mandrágora mezclada con vino y semillas de
lechuga como anestésico.
Las
substancias vegetales han ayudado al hombre a lo largo de su larga historia de
existencia, aun cuando este no era de todo consciente de sus propriedades
curativas. Gracias a los avances científicos y tecnológicos hoy sabemos las
virtudes exactas de un sen fin de plantas y drogas naturales.
En
Europa el primer tratado sobre herboristería aparece en el siglo I de la mano
de un médico griego llamado Dioscórides (cirujano militar en tiempos de Nerón).
Dicha
obra se convirtió en un referente para los médicos europeos hasta el siglo
XVIII. Fue considerado el tratado farmacológico más importante e influyente del
mundo antiguo. Dicha obra tenía clasificadas unas 600 plantas medicinales,
ordenadas según sus virtudes, sus usos, las distintas variedades y formas de
empleo.
Otro
factor decisivo en el desarrollo de la medicina fue la colonización europea del
“nuevo mundo”, donde el desarrollo del comercio trago nuevas plantas, frutos y
cocimientos ancestrales de las poblaciones aborígenes.
En
el siglo XVI la medicina occidental sufre un giro importante, tan importante
como el de la medicina hipocrática en Grecia. En 1493 nace el llamado padre de
la química, Paracelso es el primero que rompe con la antigua tradición
hipocrática-galénica, ejerciendo una gran influencia en el desarrollo de la
química, herboristería, medicina convencional e incluso la alquimia.
Imagen 2:
El planeta Mercurio según un libro del siglo XV. Según Paracelso cada órgano del
cuerpo va a relacionarse un astro celestial, por ejemplo, los pulmones con
Mercurio.
Paracelso
dio importancia principalmente al mundo de los minerales, siendo que, a finales
del siglo XVI este ya se había convertido en el modelo de la medicina química,
reunido en la figura de médico, filosofo, alquimista, brujo y mago. Gracias a
él la farmacología entraría en su fase adulta.
Paracelso
introduzco todo tipo de substancias, nunca usadas, transformando así de manera
radical y absoluta el panorama medico de su época.
Entre
finales del siglo XIX y principios del XX el colectivo de médicos tradicionales
pidió al Parlamento británico que prohíba mediante una ley la práctica de la
medicina por parte de cualquiera que no tuviera estudiado en una universidad
convencional. Todas las terapias que no estuviesen basadas en el modelo llamado
racionalista de corte cartesiano fueran consideradas no científicas y
peligrosas.
En
varios países, entre ellos España, se prohibió la práctica de la herboristería si
no iba acompañada de un titulo académico, con perjuicio de multas elevadas o cárcel.
De
esta manera muchas terapias naturales, tales como, la fitoterapia, aromaterapia,
entre muchas más, fueran relegadas a un segundo plano y casi ilegalizadas.
Durante varias décadas fueran negados los efectos terapéuticos de centenas de
plantas., pasando por alto los datos históricos y empíricos recopilados durante
siglos.
En
Oriente la corriente racionalista no fue tan fuertemente implantada, haciendo
que el Hombre se considere en su conjunto e investigando muchísimo con plantas
y sus propriedades nutritivas y terapéuticas.
Es
cierto que desde los años 70 en España se está volviendo a valorar las terapias
naturales, nómadamente la fitoterapia y la aromaterapia.
Las
corrientes de una vida alternativa, más sana y más amiga del planeta que llegaran de Francia, con Catalunya como
puerta de entrada, hicieran crecer la demanda y conocimientos de este tipo de
terapias. Por ejemplo, en ganadería ecológica se curan los animales aplicando
los principios de la homeopatía.
En
la actualidad, los grandes lobbies farmacéuticos se dieran cuenta que aquí tienen
negocio y están investigando y poniendo en el mercado cada vez más productos Fito
terapéuticos.
En
España los medicamentos de origen vegetal están regulados por la Ley 29/2006 de
26 de julio de garantías y uso racional de medicamentos y productos sanitarios,
que además dictamina las condiciones de fabricación y distribución de todo tipo
de medicamentos, incluidos los derivados directamente de las plantas
medicinales.
Debemos entender, que aquí el uso de productos
fitoterapicos como medicamentos no están regulados por una ley propia si no que
forman parte de la ley general de medicamentos, y por lo tanto sigue las pautas
generales en cuanto a las condiciones mínimas y necesarias para la aceptación
de un medicamento como tal, por el que se regula el procedimiento de
autorización, registro, y condiciones de dispensación de los medicamentos de
uso humano fabricados industrialmente
La
“European Scientific Cooperative on Phytotherapy” (Cooperativa Científica
Europea de Fitoterapia) ESCOP, es el organismo encargado de establecer los
criterios de valoración de medicamentos de origen vegetal en Europa. Realiza
análisis en base a monografías que establecen criterios de valoración y
especifican las aplicaciones comprobadas bajo estudios de los principios
activos y propiedades de las plantas medicinales. Estos estudios y aplicaciones
certificadas se encuentran expuestos, entre otros, en el Vademécum oficial de
plantas medicinales y en muchos casos se considera que las únicas propiedades
reales de una planta son las que expone la ESCOP.
Hoy
os dejo con esta introducción histórica de la fitoterapia, por así decir, en
otro momento haré un abordaje de carácter más científico.
Nota:
Para el uso de productos
fitoterapicos debes tener conocimientos en esta área, caso contrario, debes consultar
con un profesional, que puede ser el herborista.
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