22 feb 2023

Introducción a la Fitoterapia

Desde tiempo muy remotos y en todas, o casi todas las culturas, una de las mayores preocupaciones del Hombre fue la necesidad de comprender el origen, desarrollo y las consecuencias de las enfermedades que les afectaban, consiguiendo así conocer al enemigo para poder combatirlo.

En los primeros tiempos de la humanidad, los únicos medios de que disponía el Hombre para luchar contra dichas enfermedades eran las plantas. De hecho, las plantas a lo largo de la historia del ser humano fueran usadas para todo tipo de males, tales como, combatir enfermedades, males de amores, males de invidia, rituales religiosos, contra fenómenos meteorológicos adversos, buenas cosechas y muchos más. Muchas poblaciones creían que los espiritas habitaban las plantas, tiendo un sumo respecto y admiración por la naturaleza. Jesús Callejo Cabo en su libro “Sabiduría Ancestral de las Plantas” profundiza bastante en estos temas.

Desde muy pronto el hombre aprendió, bien fuera por observación, por experiencia, por tradición, el poder curativo de determinadas plantas, que en la actualidad se denominan plantas medicinales, y empezó a utilizarlas de formas distintas a la de alimentarse. Hierbas, árboles, raíces, frutos, flores, además de algunos productos animales, sean pelos o grasas, etc., fueran los ingredientes usados en los primeros fármacos elaborados por el Hombre.

Dichas substancias se modificarán, con la finalidad de mejorar su acción terapéutica, dando lugar a medicinas más elaboradas. Sin embargo, durante muchos siglos, e incluso en la actualidad, muchos productos de origen natural siguen siendo el amigo más fiel de distintas medicinas.

Gracias a la antropología sabemos qué hace 3000 a.C, los médicos sumerios utilizaban ya todo tipo de semillas, frutos, flores, raíces, vegetales, que eran mezclados con distintos elementos con el fin de preparar todo tipo de medicamentos.

En el antiguo Egipto se utilizaban plantas como muérdago, tomillo, adormidera, leche de higuera entre muchas otras.



 

Imagen 1: Flor de adormidera


En la Roma imperial la adormidera era usada para mitigar todo tipo de dolor, debido a sus propriedades calmantes, y el aceite de linaza se usaba para tratar afecciones como el catarro, la bronquitis o los forúnculos.

En la antigua Grecia utilizaban la mandrágora mezclada con vino y semillas de lechuga como anestésico.

Las substancias vegetales han ayudado al hombre a lo largo de su larga historia de existencia, aun cuando este no era de todo consciente de sus propriedades curativas. Gracias a los avances científicos y tecnológicos hoy sabemos las virtudes exactas de un sen fin de plantas y drogas naturales.

En Europa el primer tratado sobre herboristería aparece en el siglo I de la mano de un médico griego llamado Dioscórides (cirujano militar en tiempos de Nerón).

Dicha obra se convirtió en un referente para los médicos europeos hasta el siglo XVIII. Fue considerado el tratado farmacológico más importante e influyente del mundo antiguo. Dicha obra tenía clasificadas unas 600 plantas medicinales, ordenadas según sus virtudes, sus usos, las distintas variedades y formas de empleo.

Otro factor decisivo en el desarrollo de la medicina fue la colonización europea del “nuevo mundo”, donde el desarrollo del comercio trago nuevas plantas, frutos y cocimientos ancestrales de las poblaciones aborígenes.

En el siglo XVI la medicina occidental sufre un giro importante, tan importante como el de la medicina hipocrática en Grecia. En 1493 nace el llamado padre de la química, Paracelso es el primero que rompe con la antigua tradición hipocrática-galénica, ejerciendo una gran influencia en el desarrollo de la química, herboristería, medicina convencional e incluso la alquimia.

 

Imagen 2: El planeta Mercurio según un libro del siglo XV. Según Paracelso cada órgano del cuerpo va a relacionarse un astro celestial, por ejemplo, los pulmones con Mercurio.

 

Paracelso dio importancia principalmente al mundo de los minerales, siendo que, a finales del siglo XVI este ya se había convertido en el modelo de la medicina química, reunido en la figura de médico, filosofo, alquimista, brujo y mago. Gracias a él la farmacología entraría en su fase adulta.

Paracelso introduzco todo tipo de substancias, nunca usadas, transformando así de manera radical y absoluta el panorama medico de su época.

Entre finales del siglo XIX y principios del XX el colectivo de médicos tradicionales pidió al Parlamento británico que prohíba mediante una ley la práctica de la medicina por parte de cualquiera que no tuviera estudiado en una universidad convencional. Todas las terapias que no estuviesen basadas en el modelo llamado racionalista de corte cartesiano fueran consideradas no científicas y peligrosas.

En varios países, entre ellos España, se prohibió la práctica de la herboristería si no iba acompañada de un titulo académico, con perjuicio de multas elevadas o cárcel.

De esta manera muchas terapias naturales, tales como, la fitoterapia, aromaterapia, entre muchas más, fueran relegadas a un segundo plano y casi ilegalizadas. Durante varias décadas fueran negados los efectos terapéuticos de centenas de plantas., pasando por alto los datos históricos y empíricos recopilados durante siglos.

En Oriente la corriente racionalista no fue tan fuertemente implantada, haciendo que el Hombre se considere en su conjunto e investigando muchísimo con plantas y sus propriedades nutritivas y terapéuticas.

Es cierto que desde los años 70 en España se está volviendo a valorar las terapias naturales, nómadamente la fitoterapia y la aromaterapia.

Las corrientes de una vida alternativa, más sana y más amiga del planeta  que llegaran de Francia, con Catalunya como puerta de entrada, hicieran crecer la demanda y conocimientos de este tipo de terapias. Por ejemplo, en ganadería ecológica se curan los animales aplicando los principios de la homeopatía.

En la actualidad, los grandes lobbies farmacéuticos se dieran cuenta que aquí tienen negocio y están investigando y poniendo en el mercado cada vez más productos Fito terapéuticos.

En España los medicamentos de origen vegetal están regulados por la Ley 29/2006 de 26 de julio de garantías y uso racional de medicamentos y productos sanitarios, que además dictamina las condiciones de fabricación y distribución de todo tipo de medicamentos, incluidos los derivados directamente de las plantas medicinales.

 Debemos entender, que aquí el uso de productos fitoterapicos como medicamentos no están regulados por una ley propia si no que forman parte de la ley general de medicamentos, y por lo tanto sigue las pautas generales en cuanto a las condiciones mínimas y necesarias para la aceptación de un medicamento como tal, por el que se regula el procedimiento de autorización, registro, y condiciones de dispensación de los medicamentos de uso humano fabricados industrialmente

La “European Scientific Cooperative on Phytotherapy” (Cooperativa Científica Europea de Fitoterapia) ESCOP, es el organismo encargado de establecer los criterios de valoración de medicamentos de origen vegetal en Europa. Realiza análisis en base a monografías que establecen criterios de valoración y especifican las aplicaciones comprobadas bajo estudios de los principios activos y propiedades de las plantas medicinales. Estos estudios y aplicaciones certificadas se encuentran expuestos, entre otros, en el Vademécum oficial de plantas medicinales y en muchos casos se considera que las únicas propiedades reales de una planta son las que expone la ESCOP.

Hoy os dejo con esta introducción histórica de la fitoterapia, por así decir, en otro momento haré un abordaje de carácter más científico.

Nota: Para el uso de productos fitoterapicos debes tener conocimientos en esta área, caso contrario, debes consultar con un profesional, que puede ser el herborista.

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